EL PAMPA OBERÁ

•FECHA DE NACIMIENTO: 21 de enero de 1957
•LUGAR DE ORIGEN Y RESIDENCIA ACTUAL: Rosario, Provincia de Santa Fe
•ÚLTIMO DISCO: "Hambre y rebelión"
•CONTRATACIONES: +54 341 4384413
pampaobera@hotmail.com
•SITIO WEB: www.elpampaobera.com.ar
•FACEBOOK: Sí
 
 
EL GAUCHAJE SE LEVANTA

Cuántas veces el criollo,
el gaucho, el hombre de campo,
se ha visto menoscabado
y despreciado por una parte de esta sociedad,
esa parte que no entiende de tradición ni de patriotismo.
Cuántas veces el hombre de campo sintió vergüenza
de lucir las pilchas gauchas.
Para mis paisanos queridos:
¡El gauchaje se levanta!

Ser gaucho es palabra santa
con las bondades que encierran.
Son los hombres de mi tierra,
de esta tierra que hoy nos canta.
Como un ombú se levanta
conquistando al universo,
recordando en estos versos
al gauchaje de mi patria.
Pinta de celeste y blanca
el pabellón argentino.
El gaucho es un peregrino
que de su andar no se cansa;
su hombría de bien se alza
en defensa de lo nuestro;
suele volverse un maestro
si su experiencia no alcanza;
siente amor por esta tierra
y con garras la defiende;
su coraje se le enciende
si la Patria es ofendida,
esta tierra tan querida
que no se compra ni vende,
sólo el gaucho así lo entiende
y por ella da su vida.
No hay cosa más imponente
que ver a un gaucho montáo
y en su corazón atáo
lleva una brasa encendida
debido a la picardía
de los que odian lo nuestro,
cuando lo ven con lo puesto
dicen que anda disfrazáo.
Fueron los gauchos salteños
quienes el rumbo marcaron:
Junto a Güemes cabalgaron
aquellos hombres norteños;
con destreza y con empeño
esos jinetes lucharon
y al enemigo mostraron
quién de esta tierra era el dueño.
Yo he visto en mis tristes sueños
a una patria desvastada;
mi bandera ensangrentada
ya no flameaba en lo alto.
La muerte en el campo santo
de a poco se levantaba
y casi nada quedaba,
solamente un rojo manto.
El gaucho escuchó este llanto
pidiendo a gritos justicia;
terminó con la avaricia
de los que nos odian tanto.
Como si esto fuera un canto
empuñando su facón
les hizo frente al malón,
arrasando aquel espanto.
Mas luego otro sueño tuve
dispués de esa pesadilla
y sentí como cosquillas
de emociones que contuve
porque de una blanca nube
un jinete iba bajando,
desde el cielo iba mirando
mi tierra en sus latitudes.
Era un gaucho de mi patria
montáo en un pingo overo
con juertes tientos de cuero
ató la celeste y blanca,
bien sujetada a sus ancas
se mandó hasta el entrevero
y dejó de ser un sueño
pa' convertirse en venganza.
La Patria es hija del gaucho;
naides lo puede negar.
Por ella se han de jugar
estos hombres de a caballo;
por eso nunca me callo
al ver un gaucho vestido.
Le grito juerte al oído:
¡Viva la Patria, carajo!