DEL JUNINERO
Van cruzándolo al Zanjón
y al campo raso rumbeando.
Miren qué cosas se vienen cantando.
Ya Futa Pincén se viene
toda la pampa arrasando;
miren qué cosas lo esperan cantando.
Y le van mellando el pecho
los chuzazos que le yerran;
parecen chicos jugando a la guerra.
Ellos van ganando vida
pa' que otros ganen la tierra.
Parecen chicos jugando a la guerra.
Y al desbandarse el malón
vuelven por viejos senderos.
¡Pucha, qué cosa con los junineros!
Lo dijo don Juan Manuel:
"No es ése el modo 'e tratarlos,
y esos doctores que quieren matarlos".
Los pampas son argentinos
y hacen gala 'e su coraje,
y son hermanos del bravo gauchaje.
No hay que enfrentar los hermanos
que son dueños de esta tierra,
y esos doctores que quieren la guerra.
Y al final de la cosecha
alguien saldrá con su antojo,
y el pobre gaucho dará en los rastrojos.
Y algo me grita en el pecho
con un acento divino:
¡Viva en la gloria el gauchaje argentino!
PISEN LA TABA
(letra: Carlos Adolfo Castello Luro)
Buenos Aires tiene miedo:
El desorden, la desquicia.
Ya circula la noticia que va imponer el respeto
un ciudadano muy recto que es coronel de milicia.
Dende la Guardia 'el Monte
vienen montados
los colorados.
Dicen que son salvajes,
que a sangre y fuego
no escuchan ruegos.
Como buenos soldados
se comportaron
y regresaron.
Cuando toma las riendas
lo apoyan todos,
sin acomodos.
¡Ahijuna! Compatriotas,
siempre peleando.
Ya digo... ¡pero hasta cuándo!
Ni el polvo de tus huesos
aquí tendremos,
eso dijeron.
Si el padre de la Patria
le dejó el sable
ya es respetable.
Les hizo la pata ancha
a los ingleses
y a los franceses.
Traigamos sus cenizas
dende Inglaterra
pa' nuestra tierra.
Dicen que un viejo juicio
no lo permite,
pero es muy lindo el convite.
EL DE SAN CARLOS
Las tropas del gobierno que Rivas manda
con indios leales se agranda.
Es gente de Cipriano Catriel que al campo
saldrá a pelear por los blancos.
Calfucurá se viene por varios frentes.
¡La pucha que traiba gente!
Cortando el aire en tiras por el derecho
las chuzas buscan los pechos.
Batalla de San Carlos, flor de entrevero:
Ni un pucho valía el cuero.
Tiembla el suelo surero bajo los cascos,
y ya se dientran sin asco.
Cuerpo a cuerpo se trienzan que es vieja usanza,
a fierros, bolas y lanzas.
¡Ahijuna ese don Piedra! Luce su estampa
de general de las Pampas.
¡Malhaya, cosa fiera, lucha entre hermanos!
¿Qué digo? Indio y crestiano.
Batalla de San Carlos, flor de entrevero:
Ni un pucho valía el cuero.
HUELLA DEL DESIERTO
Galopando distancias por el recuerdo
mi memoria se apea en el desierto.
Esa tierra que un día fue del salvaje
supo de correrías y de coraje.
Una huella dejaron los que murieron
peleando como machos poniendo el cuero.
Huella, huella de sangre en campo abierto;
galopes y alaridos por el desierto.
Iban cortando el viento las boleadoras,
humeaban de lo lindo tercerolas;
se juntaba un lanzazo con un relincho;
rodaban fortineros, caíban los indios.
RINCÓN DE LÓPEZ
Donde muere el Salado, Rincón de López.
Lo nombro: Rincón de López.
Retumbar de los pampas, grito y galope.
Escuchen: Grito y galope
Allí está don Clemente López Osornio.
Lo nombro a López Osornio.
Peleando entre sus gauchos hombro con hombro.
Escuchen: Hombro con hombro.
El sable y la tacuara no están de adorno
en lo de López Osornio.
El indio es como un viento cuando enderieza.
¡La pucha cuando enderieza!
Y el gaucho por coraza usa guapeza.
¡Ahijuna! Sí usa guapeza
Ese Rincón pa' el indio es una vaya.
¡La pucha! Sí es una vaya.
No se le oye un gemido; pelea y calla.
¡Ahijuna! Pelea y calla.
Acérquense, clinudos. Pisen la raya.
¡Ahijuna! Pisen la raya.
LA PEÑALOZA
El Chacho viene de Huaja
cortando caminos por el arenal.
Madrugando llegará tras de galopar
silbando vidalas al amanecer.
La flor de Tama se lleva.
Victoria Romero le enciende el querer
y al anochecer su bien le brinda el amor,
puñado de estrellas que cubre a los dos.
Potro sin color, vientos que al pasar,
cruzará veloz al sol, galope tenaz,
abriendo viñedos de sangre y valor.
Los cerros bajan al llano;
la sombra y los soles los hacen juntar.
Y el Chacho al mirar se ve lejano el amor
durmiendo su lanza en Chile y de a pie.
Qué pena tan grande tiene
que arriba la noche parece llorar
y en la soledad cantó quebrada la voz
golpeando a la caja de su corazón.
EL LLANTO DE UNA RAZA
Sentí un grito allá a lo lejos
que de la Pampa venía
cuando la tarde se abría
pa' darles paso a la noche.
No era un grito, era un reproche
de una raza que moría.
Sentí un grito allá a lo lejos
que de la Pampa venía.
Y sin pensarlo, ahí nomás
pa' esa Pampa me largué,
y allá arriba me encontré
con una gran caravana
de criaturas humanas
sin esperanza y sin fe.
Y sin pensarlo, ahí nomás
pa' esa Pampa me largué.
Ellos se iban sin protesta
porque hasta eso les quitaron.
Todo se lo arrebataron:
Su libertad y su tierra.
Y a la Pampa con la guerra
de nativos despoblaron.
Ellos se iban sin protesta
porque hasta eso les quitaron.
Hoy todo es desolación
que el tiempo lo va cubriendo.
Sólo Dios estará viendo
que allí hay tumbas sin cruces.
Y en silencio los ñanduces
uno a uno se van yendo.
Hoy todo es desolación
que el tiempo lo va cubriendo.
Donde antes había un toldo,
hoy es rancho con jagüel.
El Pampero en su corcel
va gritando desbocado:
"Si pa' ser civilizado
es necesario cruel...",
va gritando desbocado
el Pampero en su corcel.
EL CENCERRO
Cencerro, viejo aparcero de los gauchos argentinos,
pájaro sembrando trino con voz de bronce y acero,
peón sin sueldo, tropillero, obediente a tu llamada
se junta la caballada que tras la yegua madina
enfila con disciplina siguiendo tu clarinada.
Antaño, de mañanita, cuando los potros pastaban
y los gauchos escuchaban el son de tu musiquita,
nacía la vidalita pa' volar en un silbido.
Todo el sur ha recorrido tu voz criolla y cristalina,
voz de la Pampa argentina, voz del recuerdo querido.
Cencerro, clarín sureño, viejo poeta de bronce:
Hablame de aquel entonces en que eran niños mis sueños,
y cantando con empeño prendido de la madina,
traeme en tu voz que afina mensajes de tradición
el gusto a pasto y fogón de una milonga argentina.
Hoy te ocupás jubiláo en mi ranchito un rinconcito
de vez en cuando algún grito se te oye si te han tocáo.
Alerta el viejo soldáo, vuelve a su pampa lenguaje,
por eso es que nadie ataje su voz sonora de fierro,
y que aonde vive un cencerro esté vidando el gauchaje.
lunes, 2 de agosto de 2010
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Hola gente: soy el hijo mayor de Carlos Adolfo Castello Luro, autor de Triunfo "Pisen la taba".
ResponderEliminarAlberto Merlo (Aquelino Calendario Merlo, tal es su verdadero nombre) es el compositor de la música y el mejor interprete claro...la autoría de los temas tambien es soberania...saludos cordiales
Hola! Disculpá mi ignorancia! Ya lo modifico!
EliminarHola, muy linda su pagina! Sabe Ud. donde puedo escuchar Pisen la taba? no pude encontrarla en youtube.
ResponderEliminarDesde ya, muchas gracias!
Saludos
Eduardo
Entiendo que el autor de EL DE SAN CARLOS es GUILLERMO VILLAVERDE
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