ANHELO DE LA PATRIA VIEJA

ANHELO DE LA PATRIA VIEJA

Recuerdo hoy la Patria vieja
que somos cuatro banderas,
permitiéndome invocar
a la estrella federal
que es el blasón de este suelo.
En la sangre soy indiano
y en espíritu cristiano,
como usted, amigo mío,
no me lo puede negar;
en los cuatro lados hay
los mismos criollos e indios.

Corrió sangre rioplatense
por obra de tantos cipayos
que ya es hora, mis hermanos,
de a las fuentes retornar.
Es para eso el versear
de este porteño gaucho.
En los planes del imperio
estuvo el desmembramiento,
el divide y reinarás.
Pa’ volvernos a juntar
piense usted si ya no hay tiempo.

Las apariencias engañan
y se funden en la ignorancia.
Lo que separan los años
no ha de creerse esencial.
Ser no es igual que estar,
y los pueblos no son culpables.
Hay históricos contrastes
en las conquistas sociales.
Pa’ hablar, primero pensar
cuánto se pudo aguantar
la guerra “patria o colonia”.

Hacemos caso al imperio
considerando extranjero
al que cruzó la frontera
para poder trabajar.
Al hermano hay que ayudar.
¡No hay lugar pa’ chauvinismo!
Bien lo sabe el fronterizo
que no somos tan distintos
como nos quieren mostrar;
es la misma identidad
la de estos pueblos hermanos.

Si ese ancho río reúne
las aguas de los cuatro estados,
y sin hacerlas a un lado
fluyen juntas hasta el mar,
¿por qué no lo puedo tomar
como ejemplo pa’ juntarnos,
compartiendo la pelea,
los aciertos, las miserias,
pa'l mismo destino afrontar?
Mas dejando de llevar
la chapa infame de mercado.

Orientales, paraguayos,
bolivianos y argentinos,
salimos del mismo nido,
y es deber volver a estar
bajo un cielo federal
en unión definitiva.
Era el sueño de Bolívar,
San Martín, Belgrano, Artigas,
cuando dieron libertad,
para siempre procurar
la unidad del virreinato.