miércoles, 25 de agosto de 2010

LUIS RICO

LUGAR DE ORIGEN: Tupiza, Departamento de Potosí, Bolivia
RESIDENCIA ACTUAL: La Paz, Bolivia
ÚLTIMO DISCO: Un encuentro con la gente (2006)
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ELEGÍA A JUANA AZURDUY

recitado:

La historia que voy a contarles
es parte de nuestra patria
vivida en días de gloria
sangre y batallas.

Pido a los herederos
de esta América liberada
hacer un alto en el camino
junto a la tumba de la coronela
Juana Azurduy de Padilla.

Sentirán al amanecer
la risa alegre de una niña
que ríe, canta y juega
con las mariposas.

Sentirán al mediodía
el galopar de su caballo
que cruza por campos
sembrados de armaduras españolas.

Y cuando la noche
extienda su manto
sentirán que el alma
se les va
dejando un cuerpo solitario.

Las pesadas puertas
del convento de Santa Teresa
se abren para dar lugar
al menudo paso
de una muchacha morena,
que tiene los ojos grandes y vivaces.

Quieren hacer de ella
una monja.
Que pequeño se ha vuelto el cielo
entre los muros del convento.

Ni siquiera la gran medalla blanca,
en plenilunio,
se ve aparecer tras la cumbre
del Sica Sica.

Los altos muros
le limitan el horizonte,
la cierran, la aislan del mundo.

Las tardes son largas y perfumadas
por jazmines y nardos.

Esas flores
irán a morir más tarde,
por las manos de Juanita,
a los pies del Cristo,
en el silencio de la capilla.

Pero Juanita no quiere ser monja.

Hay demasiada alegría
en sus ojos reidores
y su mente alocada.

Ella sólo sueña con santos heroicos.

Una tarde,
el confesor del convento
sostiene una larga conferencia
con la priora.

Al día siguiente
Juana deja el convento.

Es un ave libre
que sacude sus alas.


cantado:

Como un ave que salta
por los caminos
va cantando en el campo
sus dulces trinos.
Frente a un cielo que cubren
blancas palomas,
quiere volar con ellas,
las altas lomas.

Salta y juega en el aire,
y baja el río.
Acaricia las olas
y vuelve al nido.
Alza vuelo a los montes
hasta las nubes
y en su trino nos trae
nuevos cantares.


recitado:

Hay en las calles
de la vieja Charkas,
mucha luz
mucho sol
y un azul y ancho cielo.

El horizonte se abre
como un mágico abanico.

En las noches,
junto a las rejas florecidas,
deliran de amor las serenatas.

La luna de nácar
presta apariencias de leyenda
a los patios olorosos
y anchos de Chipirina.

Juana,
ha entregado su amor
al arrogante Padilla.

Ahí es entonces
cuando la patria pide libertad.


cantado:

Juntemos nuestros brazos,
compañera,
tenemos por delante,
la vida entera.
El cielo está cubierto
de nubes negras
abramos con la espada
las sendas nuevas.

Juntemos nuestros brazos,
compañera.

Y están los chapetones
en las montañas
y vienen a quitarnos
tierras sembradas.
Por eso, compañera,
junto a mi espada,
quiero verte en la lucha
mi bien amada.

Juntemos nuestros brazos,
compañera.
Juntemos nuestros brazos,
compañera.


recitado:
Juana y Manuel
se enrolan en las filas
de los luchadores.

Su presencia es señal de combate.

Ellos cubren retiradas
y empapan los triunfos.

Un día están escondidos
entre las fragosidades
de las sierras.
Otro día,
sembrando espanto
entre los enemigos.

Como símbolo de libertad
en la batalla,
doña Juana entrega a su compañero
un robusto niño,
fruto de su amor,
y la bandera
de fiero enemigo.

Cañoto y Wallparrimachi
cantan su gloria.

Más tarde,
a la derrota de la batalla del Villar,
se le une un dolor supremo
de ver la cabeza de Padilla,
clavada en la punta de una lanza,
con la mirada inexpresiva.

Pero el dolor
acicatea su arrojo,
y aporta con su brazo férreo,
en las huestes argentinas de Güemes.

Aguilera,
el vencedor de Padilla,
pone precio a la cabeza
de Juana Azurduy.
Y aún así,
sigue el camino
de la lucha por la patria
en busca de su preciada libertad.

Y los enemigos,
son al fin vencidos.


cantado:

Juana Azurduy de Padilla
cruza a caballo la historia,
sembrando el alto sendero
de armaduras españolas.

Con los cabellos al viento
como bandera de patria
rompe horizontes de espadas
Juana la libertadora,
rompe horizontes de espadas
Juana la libertadora.

Ay, soldaditos de plomo
mandados por la Corona,
todos cayeron rodando
al paso de la amazona.

Y en la cumbre del coraje,
donde destella la gloria,
Juana de arcos se inclina
y abraza su hermana criolla.
Juana de arcos se inclina
y abraza su hermana criolla.


recitado:

Ya los chapetones
dejaron la tierra americana.
Y hay días de gloria
para los defensores de la patria.

Doña Juana,
es Teniente Coronela
del ejército argentino.

El mariscal Sucre
le da una pensión
que nunca le pagan.

Más tarde sobre ella
cae el velo del olvido:
pesado como una losa.

Se acabaron las glorias de antaño.
Sólo queda la monotonía
de los largos días
de soledad y miseria.

Un veinticinco de mayo,
anciana,
ha muerto doña Juana,
mientras las campanas
repican a Gloria.

Nadie en su entierro.
Y en la noche,
sólo un piadoso rayo de luna,
besa la tumba fresca
de Juana la heroica.


cantado:

Juntemos nuestros brazos,
compañera,
tenemos por delante,
la vida entera.
El cielo está cubierto
de nubes negras
abramos con la espada
las sendas nuevas.

Juntemos nuestros brazos,
compañera.

Y están los chapetones
en las montañas
y vienen a quitarnos
tierras sembradas.
Por eso, compañera,
junto a mi espada,
quiero verte en la lucha
mi bien amada.

Juntemos nuestros brazos,
compañera.
Juntemos nuestros brazos,
compañera.


PEDRO ARRAYA

De lejos, desde muy lejos
don Pedro Arraya
se viene con sus lanceros
rompiendo espadas.

Luchando por los caminos
de las batallas
recuenta todas sus glorias
por él ganadas.

Y en lo alto de los cerros,
allá en la gloria
se queda su nombre escrito
para estampar en la historia.


PANDO

Pando es el niño del Trópico
que se ha perdido en la selva
y lleva el pecho tatuado
de pájaros y culebras.
Pando se baña en el río
y salta por las cachuelas,
y vive comiendo dátiles
sobre las altas palmeras.

Sobre el hombro de Bolivia
el benjamín travesea,
saca la lengua al futuro
y le dispara sus flechas.
Tiene un jardín de jaguares
de piel chispeante y overa,
una flota de caimanes
y ríos de aves parleras.

Con una mano estrangula
los árboles de la selva
haciéndoles brincar chorros
de pura sangre cauchera.
Pando esconde sus tesoros
bajo un cielo de palmeras
porque es el niño más rico
que juega sobre la América.


EL DULCE ALIVIO

Un minero salió de la mina
a bailar en este carnaval.
Compró cohetes, compró serpienta,
llevó su alcolata dentro 'e su morral.
En la flota ha llegado hasta Oruro
demostrando su gran devoción.
Aliviando el destino tan duro
le habló a la Mamita, la del Socavón.
Bien contento el collancho en la entrada
se metió a bailar caporal,
bailó chunchos, bailó en la diablada
y a la china Supay quiso enamorar.


CORAJE

Vengo desde la selva, el bosque chimán,
donde niño y serpiente tienen su hogar.
Vengo desde la selva que ya no está
donde antes se vivía en libertad.
Vengo a decirles a allá siembra dolor
el que depreda, mata y corta la flor,
el que mancha los ríos, el talador.

¡Coraje, coraje!
La unión hace la fuerza y un corazón
americano crece a la luz del sol.

Les traigo en las palabras del corazón
desde la Amazonía yuracaré;
les traemos la esperanza, la fe y razón,
que carga en sus espaldas hombre y mujer.
La furia y la codicia del carayana
que está sembrando envidia y desolación,
y eso es lo que me duele en el corazón.

¡Coraje, coraje!
La unión hace la fuerza y un corazón
americano crece a la luz del sol.

Unidos los movima y los sirionó,
mojeños, la esperanza, razón y fe;
en contra, el carayana depredador,
luchando en el Isiboro y el Securé.
Por eso el territorio y la dignidad
los venimos buscando al caminar
desde los hermanos la solidaridad.

¡Coraje, coraje!
La unión hace la fuerza y un corazón
americano crece a la luz del sol.


VAMOS A LA PLAZA

Desde los cerros colorados
bajan los chicheños.
Se oye a lo lejos las sanatas.
¡Salgan de sus casas!

Banderas, girasoles,
la manta al hombro del paisano.
¡Vamos a la plaza!


ESTA ES LA HISTORIA QUE QUIERO CONTAR

Esta es la historia que quiero contar
de frustaciones y glorias.
Esta es la historia que quiero contar
y que se quede en la memoria.

Patria argentada, codicia imperial,
tierra de sol liberada,
patria de altura y de profundidad,
alta patria atormentada.

Manto sagrado de la tricolor,
ejemplo para los niños,
niña abundante en coraje y valor,
nuestra Genoveva Ríos.

Esta es la historia que quiero contar
por esos años aciagos:
Mujer coraje y solidaridad
de Doña Ignacia Cevallos.

Esta es la historia que quiero contar
para perpetua memoria.
Esta es la historia que quiso contar:
la voz de Eduardo Abaroa.

Esta es la historia que quiero contar:
Para llegar a destino
muy suavemente les quiero invitar
a desandar el camino.


EL TATA BELZÚ

El tata Belzú ha ganado
grado de liberador;
Los negros le han otorgado
bandera de altar mayor.

El tata Belzú a caballo
galopa todo el país;
al indio y al artesano
les dio el vuelo y la raíz.

La muerte ronda que ronda,
es la sombra de Agustín
Morales de "La Rotonda".
Aún no es la hora de su fin.

Furiosos los extranjeros
cuidando su capital
mandan piratas balseros
a matar y blasfemar.

En actitud irrisoria
propia de la dinastía
la vieja Reina Victoria
borra el mapa de Bolivia.

Nunca pudieron voltearlo
los amos del extranjero;
de lejos viene a caballo
el general Melgarejo.


NACIÓ UN DOMINGO DE PASCUA

Nació un domingo de Pascua
cargando su propia cruz
en permanente borrasca,
traiciones e ingratitud.

Al viento su poncho sangre
galopando su animal,
conspirador mal andante
sembrando odio y maldad.

El general Melgarejo
de lejos viene a La Paz;
Manuel Isidoro Belzú
detiene su malandar.

El general Melgarejo
adentro en la adversidad
en actitud delirante
escapa y vuelve a andar.


EL GENERAL MELGAREJO

El General Melgarejo
enfrenta a Belzú en La Paz
arriesgando su pellejo
en batalla desigual.

Borrachera del poder
ahogada en vasos de vino
¡quién me puede convencer
de la Patria su destino!

Extenso el pecho del toro
donde se cuelgan medallas;
donde está puesto el orgullo
ya no le caben las balas.

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