lunes, 2 de agosto de 2010

CARLOS MARÍA FOSSATI

LOS ATANASIO SIERRA

Esos Atanasio Sierra,
esos criollos corajudos:
El abuelo fue un cruzado
y el nieto, cura garrudo.
Vino con los Treinta y Tres
don Atanasio primero
pa' defender a su patria
contra el poder extranjero.

¡Viva el abuelo y el nieto,
viva los Sierra garrudos,
que por la Patria y por Cristo
triunfaron los corajudos!

El nieto heredó su sangre:
Gaucho muy blanco y patriota,
jesuita que de a caballo
iba con talero y botas.

Por Piedras y Solá lo vieron
llevando los sacramentos
y en Emaús dio a los pobres
ropa con fe y alimentos.

¡Viva el abuelo y el nieto,
viva los Sierra garrudos,
que por la Patria y por Cristo
triunfaron los corajudos!

En la campaña hizo obras
recorriendo las misiones,
desparramando semillas
regadas con oraciones.

No hacía problema por tragos
fumando su criollo armado
el fraile que en Barrio Sur
supo tener cien ahijados.

¡Viva el abuelo y el nieto,
viva los Sierra garrudos,
que por la Patria y por Cristo
triunfaron los corajudos!

Hasta que llegó el momento
del supremo sacrificio,
cura templado por Dios,
un macho como Aparicio.

Enfrentó la muerte cierta
sin dudar de su destino:
Salvó a su negrito amigo
y él se quedó en el camino.

Ese cura fue mi amigo,
¡qué criollazo compañero!,
un mártir que está en la gloria
con Atanasio el abuelo.

¡Viva el abuelo y el nieto,
viva los Sierra garrudos,
que por la Patria y por Cristo
triunfaron los corajudos!


MILONGA PA' JUAN MANUEL

Milonga del pueblo humilde
que reinaste en el ayer
con gente del matadero,
de la pampa y del cuartel.
Te cantaron gauchos crudos
desde Areco hasta Tapalqué
con mueras a los salvajes
y vivas a Juan Manuel.

Milonga que los morenos
te volvierón milongón,
repicando en los tambores
para doña Encarnación,
y en tanto que Manuelita
se luciera en el salón,
princesa y novia tenía
la santa Federación.

Varones de pelo en pecho
el gringo lo supo bien
en la Vuelta de Obligado
y en Tonelero también.
Milonga, por tu intermedio:
Yo le brindo mi laurel
con guitarras y tambores
y vivas a Juan Manuel.

Milonga que los morenos
te volvierón milongón,
repicando en los tambores
para doña Encarnación,
y en tanto que Manuelita
se luciera en el salón,
princesa y novia tenía
la santa Federación.

1 comentario: